Qué conveniente sería preparar mejor a nuestros pastores…
Ø En el conocimiento de los textos bíblicos que los apologetas católicos utilizan y pervierten para respaldar sus errores.
Ø En el conocimiento de la historia de la iglesia y la forma en que el catolicismo la distorsiona y maneja a su favor.
Ø En las estrategias presentes y futuras de la iglesia católica para recuperar lo que considera suyo: a los protestantes.
Paralelamente a la preparación de nuestros pastores sería provechoso que ellos impartieran a la iglesia, cuando menos una vez a la semana, un tema de apologética donde compartan su aprendizaje con la iglesia, enfatizando que cada hermano emplee mansedumbre cuando tenga que explicar su fe a un católico (2 Timoteo 2.24); que no imite la arrogancia y grosería de muchos apologetas católicos.
El evangélico genuinamente nacido de nuevo, que conoce a Dios en su poder y su Palabra, que disfruta la dirección, la iluminación, el fruto, los dones y ministerios del Espíritu Santo, nunca querrá perder lo que tiene y nunca entrará a una iglesia católica ni a ninguna otra; se mantendrá firme en su iglesia, creciendo en la gracia y el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo. ¡Bendiciones!
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