La
lucha diaria de todo ser humano es por conseguir su felicidad.
Desde
que inicia su vida en la mañana, el esfuerzo de toda persona, se enfocará, consciente
o inconscientemente, a lograr su felicidad…
Y todo lo que haga, o deje de hacer, lleva
una sola finalidad: ser feliz aquí y ahora.
Y
la felicidad, para la mayoría de los mortales, se centra sólo en 4 ingredientes:
salud, bienestar, amor y dinero. Otros pudieran
incluir: fama y poder.
Sin
embargo, pudieras tenerlo todo: todos los ingredientes juntos, en esta vida,
para ser feliz… pero no ser feliz: Tenerlo todo y no tener nada…
Pudieras
estar tan lleno de todo, pero sentirte tan vació.
Tenerlo
todo y no tener nada; tan lleno y tan vació… son fuertes paradojas, pero
grandes realidades.
Podrías
tener demasiada fama, fortuna, poder y placeres. Pero a solas con tu soledad, contigo
mismo, no tienes nada… lo único que tienes, es tu alma vacía.
El alma humana no se llena con lo terrenal: con nada ni con
nadie. El
alma humana se llena sólo con lo divino: Con Cristo reinando y llenando cada
espacio del alma.
Y
aunque tengas todo en la vida y tu situación sea la más envidiable; sin Cristo,
siempre tendrás tu alma vacía.
Ejemplo
tenemos de personas que, teniéndolo todo, no eran felices. Y no pudiendo aquí
encontrar la felicidad, decidieron terminar ellos mismos con sus vidas.
El
que tiene a Cristo en su corazón, también lucha cada día por su felicidad; pero
no permite que lo material lo esclavice y gobierne.
El
cristiano es trabajador, emprendedor y visionario; va por una profesión, tiene
ambiciones y sueños. También procura su felicidad y la de los suyos, pero
descansa en las Palabras de su Señor:
- 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6. 31-33).
A
lo celestial de tu vida cristiana, Dios añade también lo terrenal, lo que sea
necesario, para tu felicidad aquí, como hijo de Dios.
Los cristianos
también toman muy en cuenta lo que Pablo escribió acerca de las riquezas:
- 17A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. (1 Timoteo 6.17).
Si dejas a Cristo fuera de tu vida, lo temporal, que
te da goces temporales, se convertirá sólo en tu mortaja.
Estimado hermano y
amigo, Dios te da todas las cosas para que las disfrutes; lo temporal y lo
eternal.
Si tu alma está llena
de lo celestial: Cristo morando y reinando en tu corazón, estás disfrutando la
felicidad aquí y ahora.
Soy
Genaro, tu hermano en Cristo.
Muchas
bendiciones para el pueblo de Dios, y hasta la próxima….
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